Engelberga

En 868, y a instancias de su marido y emperador que le había concedido el señorío, Engelberga se convirtió en abadesa (seglar) de San Salvador, en Brescia, un monasterio con una larga historia de abadesas de familias reales lombardas y carolingias.

En su lugar, su esposo Luis II abrió negociaciones con Luis el Germánico, rey de Francia Oriental y tío del propio Luis II, para hacerlo su heredero (ya que había nombrado a Carlomán de Baviera, hijo de Luis el Germánico, su sucesor en Italia).

Por este apoyo a su yerno frente al nuevo emperador alemán, Engelberga fue desterrada de Italia a un monasterio en Suabia.

Después de que las fuerzas de Carlos III el Gordo tomaran Vienne en 882, se permitió a Engelberga regresar a Italia y recuperar sus posesiones.

Engelberga y Luis II el Joven tuvieron dos hijas: