El encapsulamiento es una táctica policial utilizada para controlar multitudes durante manifestaciones.
Consiste en la formación de un gran cordón policial que confina a los manifestantes en un área limitada, durante varias horas en algunos casos,[1] de la cual no se les permite salir o solamente se les permite salir bajo ciertas condiciones.
Esta táctica se ha usado sobre todo en Inglaterra y en Estados Unidos.
Su uso en España era sumamente limitado antes de las movilizaciones convocadas por el 15M en 2012.
[cita requerida] La táctica del encapsulamiento ha resultado ser controvertida, entre otros motivos porque implica la detención de transeúntes no vinculados a la protesta.