Una emulsión fotográfica es una fina capa sensible a la luz sobre un soporte como cristal, celulosa o poliéster.
La emulsión ortocromática es sensible a todas las longitudes de electricidad visibles excepto el rojo y amarillo.
Es por ello que en los comienzos de la fotografía solía maquillarse con polvo a los fotografiados, causando en ocasiones una sensación extraña.
Suelen usarse hoy día las emulsiones ortocromáticas para el trabajo de fotografía en blanco y negro, por ejemplo en la ampliación del negativo (paso al papel) donde la emulsión del papel no necesita ser sensible al rojo pues solo ha de recibir la imagen en blanco y negro del negativo y de este modo se facilita el trabajo en el laboratorio mediante una luz roja que no vela el papel.
La película en blanco y negro usada aún hoy día son casi sin excepción sensibilizadas de modo pancromático.