La parte costera, denominada Tribanes, estaba dividida en pequeñas propiedades que habían surgido de la desamortización, a finales del siglo XIX.
[3] Los primeros intentos urbanizadores surgen en 1964 de la mano del marqués de Sant Morí junto con los empresarios Miquel Arpa i Batlle y su cuñado Fernando Vilallonga i Rossell.
Ésta estaba inspirada, sobre todo, en otros proyectos similares surgidos en Florida y que a su vez pretendían imitar el ideal romántico de la Venecia clásica.
[3] En Europa, por ejemplo, ya se había proyectado la marina de Port Grimaud en la Costa Azul con un modelo similar.
Así pues, en 1975 se inició la segunda fase que incluía una extensión de 600 ha que finalmente no se completó por el crecimiento de la conciencia conservacionista unido a la crisis económica mundial.
La urbanización, al ser una marina, constituye en sí un puerto deportivo con unos 5000 embarcaderos privados.