[1] Si bien dicha tecnología puede percibirse como aterradora o amenazante,[2] también podría tener una ventaja significativa sobre los humanos para roles en los que la expresión emocional puede ser importante, como en el sector de la atención médica.
El juego de roles emocionales entre un receptor de cuidados y un robot podría teóricamente resultar en menos miedo y preocupación por la situación del receptor ("si es solo un robot que me cuida, no puede ser tan crítico").
Los académicos debaten el posible resultado de dicha tecnología utilizando dos perspectivas diferentes: la empatía artificial podría ayudar a la socialización de los cuidadores o servir como modelo a seguir para el desapego emocional.
ej., expresión facial, voz, gesto) o para predecir la reacción de una persona (incluidos, entre otros, los estados internos) cuando se expone a un conjunto determinado de estímulos (por ejemplo, expresión facial, voz, gestos, gráficos, música, etc.) )".
Por ejemplo: Las personas a menudo se comunican y toman decisiones basadas en inferencias sobre los estados internos de los demás (p.
[21] Aunque la inteligencia artificial aún no puede reemplazar a los propios trabajadores sociales, la tecnología se ha desplegado en ese campo.