Emilio Scotto

Es por eso que su religión preferida, en su propia descripción, es el: «crismusjudbudprotmahohindi» (cristiano, musulmán, judío, budista, protestante, mahometano e hinduista).

Desde el sur América, al momento de comenzar su travesía, se le presentaban dos opciones claras.

Hasta el momento, cargaba con tanto equipaje, que su motocicleta, al superar los setenta kilómetros por hora, comenzaba a perder estabilidad.

Cuando regresó, pocos minutos después, se encontró con que le habían robado todo menos la moto.

Gracias al auxilio económico que el mejor jugador del mundo le proporcionó, pudo pasar mucho más tiempo en Italia.

En París, ignorando que el Boulevard Périphérique era una circunvalación, manejó alrededor de la ciudad por casi 100 kilómetros, cuando la autopista solo tiene 35.

Por primera vez desde que había salido de Argentina, Emilio Scotto generaba un ingreso para sustentar su viaje.

En sus entrevistas y conferencias Scotto suele referirse a África como el continente que lo transformó.

En Liberia, el único lugar del mundo donde lo golpearon, fue acusado de querer matar al presidente Samuel Kanyon Doe.

En Zimbawe, como en migraciones creían que todos pasaportes estaban escritos en inglés, lo acusaron de llevar uno falso y lo detuvieron.

Manifestó su intención de convertirse al Islam, siempre y cuando, le permitiesen no dejar atrás sus creencias católicas, advirtiendo que también sería judío en Israel, budista en China e hinduista en Bali.

Les contó que, en los dos años anteriores, en África, entablando relación con personas de religión musulmana aprendió mucho sobre el Islam.

Por eso mismo tardó más de un año en visitar todas las islas del Océano Pacífico, incluyendo Australia.

Sin embargo, había dado la vuelta al mundo en una sola dirección y ahora debía hacerlo en el sentido contrario.

Recorren Islandia, Groenlandia, y de allí cruzan hacia Estados Unidos, para comenzar el descenso.

Vuelven al DF, y allí se enteran de que son invitados por el gobierno cubano para recorrer la isla.

Tras recorrer Cuba, hace lo mismo con veintisiete islas del Caribe y, en ese momento, Mónica decide volver a Buenos Aires para preparar una bienvenida al completar la vuelta.

En una conversación telefónica, cuando Emilio ya estaba en Tierra del Fuego, Mónica le dijo que debía llegar al Obelisco, el 2 de abril a las 12.00 Hs.

En una entrevista en el programa “Tercer ojo” de TyC Sports, Scotto dijo: “Si estoy en mi cuarto, encerrado, en la cama, durmiendo, las cosas no suceden.

Jair volvió a ayudarlo con dinero y lo contactó con personas de otros países para que lo alojaran.

Al terminar se dio cuenta de que había ganado casi todas las partidas, quedándose con todo el dinero de esos trabajadores ilegales, y sin embargo, estaba ileso, pese a que lo habían insultado y amenazado con tirar al río.

Si él lograba dar la vuelta al mundo, ellos, que probablemente nunca saldrían de ahí, también lo harían.

Un vehículo que, en aquella época, en Argentina, se traía a pedido de exterior y era extremadamente costoso (USD $ 16.000).

Sin embargo, un Emilio Scotto empecinado, volvió al día siguiente y, esta vez, fue recibido por el gerente.

Al conmemorarse los diez años del fin de su viaje, en el año 2005, Emilio Scotto fue invitado por American Honda Motor Co.

En su lugar, le dieron una nueva Honda Gold Win, que Scotto volvió a modificar con la ayuda de un artesano en California, y luego vendió.

Desde el momento que Emilio Scotto dejó Buenos Aires y llegó a la India, pasaron seis años.

Al poco tiempo se casaron en Nueva Delhi y, si bien Mónica eligió no recorrer algunos países, visitó junto a Emilio Un total de 84.

En 1995 cuando Emilio Scotto terminó su viaje en Buenos Aires, partió de inmediato hacia Londres, donde le fue otorgado el récord Guinnes.

Scotto afirmó en diversas entrevistas que Tom Cruise estuvo interesado en adquirir los derechos de su historia para producir y protagonizar la película.