La emancipación católica fue un proceso que tuvo lugar en Gran Bretaña e Irlanda a finales del siglo XVIII y comienzos del siglo XIX, que tenía por objeto reducir o eliminar muchas de las restricciones impuestas a los católicos, que habían sido introducidas por el Acta de Uniformidad, las Test Acts y las Leyes Penales.
La posibilidad de una mayor emancipación política fue considerada en 1800 durante el Acta de Unión entre la Gran Bretaña e Irlanda: no fue incluido en el texto del Acta porque esto habría llevado a una mayor oposición protestante irlandesa a la Unión, pero se esperaba que fuera una consecuencia dada la proporcionalmente pequeña cantidad de católicos en el Reino Unido en su conjunto.
El primer ministro, William Pitt el joven, había prometido que la Emancipación acompañaría al Acta.
Pitt renunció cuando la oposición del Rey Jorge se hizo pública, y era incapaz de cumplir su promesa.
La emancipación católica en Terranova, no fue tan fácil como lo fue en Irlanda, y esta cuestión tuvo una influencia significativa en la lucha más amplia por una legislatura.
Como cada nombramiento de gobernador había sido otorgado por prerrogativa real y no por las leyes estatutarias del Parlamento Británico, Terranova no tenía opción más que mantener todas las regulaciones existentes que discriminaban a los católicos.