De acuerdo con la Constitución iraní en vigor, el exmandatario Hasán Rouhaní no tiene derecho a presentarse a un tercer mandato.
[1] El conservador Ebrahim Raisi resultado elegido presidente.
Los resultados fueron anunciados por el Ministerio del Interior un día después de las elecciones.
Los deberes son similares al de los jefes de gobierno en otros países, excepto que no posee control de las fuerzas armadas, el sistema judicial principal, la televisión estatal y otras organizaciones gubernamentales clave como el Consejo de Guardianes y el Consejo de Discernimiento de Conveniencia ya que son dirigidos por el Líder Supremo.
Los candidatos deben ser «personalidades políticas y religiosas»[3] de nacionalidad iraní, administradores experimentados, tener buenos antecedentes; ser dignos de confianza y virtuosos, creyentes y comprometidos con los principios de la República Islámica y a la confesión oficial del país, la islámica chiita duodecimana.