Con esta gigantesca mayoría, Karamanlís fue elegido primer ministro, poniendo fin al período de transición democrática conocido como Metapolítefsi, aunque la democracia se consolidaría con la victoria del PASOK en 1981 y el primer cambio seguro de gobierno.
[2][3] Gizikis propuso, al principio, que los ministerios clave de Defensa, Orden Público e Interior fueran controlados por los militares, pero esta idea fue rechazada sumariamente.
[4] El ex primer ministro Panagiotis Kanellopulos fue propuesto originalmente como jefe del nuevo gobierno interino.
[2] Tras el rechazo de Kanellopoulos, Evangelos Averoff propuso a Constantinos Karamanlís, primer ministro de 1955 a 1963, para la jefatura del gobierno, pues consideraba que era la única personalidad política que podía liderar un gobierno de transición exitoso, teniendo en cuenta las nuevas circunstancias y los peligros tanto dentro como fuera del país.
Este inicialmente se opuso pero, finalmente, acabó aceptando ante la insistencia del presidente y su promesa de que los militares no volverían a intervenir en la política griega si regresaba.
Este enfoque de estadista agradó tanto a la derecha como a la izquierda y redujo en gran medida la temperatura política del país, siendo esto habitualmente citado como el motivo por el cual la transición tuvo éxito.
[10] Seis días después del anuncio de las elecciones, Karamanlís anunció la formación de un "gabinete encargado", pues varios miembros del gabinete interino renunciaron para poder presentar sus candidaturas.
El 28 de septiembre, Karamanlís y un grupo de aliados conservadores fundaron su propio partido político para disputar los comicios, el cual fue llamado, no sin motivos, Nueva Democracia, y publicó su manifiesto el mismo día, en el que anunciaba la fundación del partido para iniciar la transición hacia "una democracia nueva, sana y viable".
[10] Durante la campaña, cuando se permitieron transmisiones televisivas , tanto los partidos Nueva Democracia como la coalición Unión de Centro - Nuevas Fuerzas afirmaron que buscarían vínculos más estrechos con Occidente y la Comunidad Económica Europea, mientras que el PASOK favoreció la idea de una política exterior no alineada.