El resultado fue una victoria para la Alianza para una Albania Europea, liderada por el Partido Socialista y su líder, Edi Rama.
Dentro de los distritos electorales, los asientos son elegidos por listas cerradas de representación proporcional, con un umbral electoral del 3% para los partidos y el 5% para las alianzas.
Las anteriores elecciones habían dejado a las grandes alianzas electorales sin suficiente fuerza para formar gobierno, lo que obligó a la primera fuerza liderada por Sali Berisha a pactar con la tercera fuerza de Ilir Meta.
Sin embargo, para estas elecciones la mayor parte de las fuerzas políticas se pusieron bajo la bandera del Partido Socialista de Edi Rama buscando el cambio y el avance político de Albania que se encuentra desde hace tiempo en un proyecto para integrarse en la Unión Europea.
También hubo participantes independientes que no estaban militando por ningún partido.