[1] El resultado fue una victoria para el Partido Socialdemócrata Checo (ČSSD), el cual ganó 70 de los 200 asientos.
Durante la campaña electoral, ambos partidos centraron sus programas en la adhesión a la UE y en las promesas de un desempeño económico sólido.
El primer ministro saliente, Miloš Zeman, quien anunció que se retiraría después de las elecciones y que su sucesor como líder del partido sería el ministro de Trabajo y Asuntos Sociales Vladimír Špidla, este entró en conflicto con Klaus sobre los presupuestos nacionales.
El opositor Partido Democrático Cívico (ODS) obtuvo 58 escaños 5 menos que en 1998.
[3] Los principales partidos iniciaron sus campañas activas aproximadamente un mes antes de las elecciones, pero algunos habían colocado afiches y carteles incluso antes.
Los mítines, reuniones y otras actividades de la campaña se reunieron con un interés público limitado.
Incluso en Praga y otros centros importantes, las reuniones generalmente no atraían grandes audiencias.
Los partidos también anunciaron que formarían un "Parlamento Cívico Temporal" después de las elecciones.
En política exterior, las diferencias fueron incluso menos pronunciadas, ya que la mayoría de los partidos principales favorecen la adhesión a la UE.