Elecciones generales de Barbados de 2018

[1]​ El gobierno del Partido Democrático Laborista (DLP), dirigido por el primer ministro Freundel Stuart, llegó a las elecciones con su popularidad drásticamente afectada por los desaciertos económicos de su gestión durante los diez años que llevaba en el poder, principalmente atribuidos a la crisis financiera global.El propio Stuart fue derrotado y recibió apenas un poco más de un cuarto del voto popular en su circunscripción, situación inédita para un primer ministro en ejercicio.[1]​ Las elecciones de 2013 vieron al Partido Democrático Laborista triunfar por segunda vez con el 51,30% de los votos y 16 escaños, apenas suficientes para lograr la mayoría absoluta y reelegir a Freundel Stuart como primer ministro.[1]​ Desde su independencia en 1966, Barbados es una monarquía parlamentaria perteneciente a la Mancomunidad de Naciones, por lo que conserva nominalmente a la reina Isabel II del Reino Unido como jefa de estado pero con total autonomía en sus asuntos internos, con las funciones ceremoniales del monarca británico mayormente delegadas en un gobernador general.[6]​ Los requisitos para poder presentar una candidatura, por otro lado, son ser mayor de veintiún años y tener siete años de residencia continua que no deban lealtad a un estado extranjero, no tener una condena por delito grave ni por un delito que implique deshonestidad o fraude electoral, ni tener quiebras no liquidadas.Llegado el quinto aniversario de su primera sesión, el Parlamento quedará disuelto y se convocará a elecciones generales.Junto con el BLP, el DLP fue uno de los dos únicos partidos políticos que presentó candidatos en todos los escaños.Arthur había renunciado al liderazgo del partido después de su derrota electoral en 2008, siendo sucedido por la abogada Mia Mottley, la primera mujer en ejercer como fiscal general de Barbados, que se convirtió en la primera mujer en liderar un partido político importante.Tras una segunda derrota electoral por estrecho margen, Arthur anunció nuevamente su renuncia y el partido celebró una nueva elección interna, en la que Mottley reasumió el cargo de líder del partido y líder de la Oposición a nivel nacional.En transporte, propuso comprar nuevos autobuses y reparar los existentes, así como reconstruir carreteras dañadas.[12]​ Arthur declaró que el manifiesto difícilmente podía considerarse realista, pues la realización de todas las promesas del liderazgo de Mottley solo podrían llevarse a cabo con un gasto público desmedido, y que tal manifiesto «le permitirá al BLP ganar las elecciones, pero no gobernar adecuadamente el país».[18]​ Muchas figuras del ámbito religioso apoyaron estas declaraciones, sugiriendo que Mottley tenía posturas progresistas «radicales», y que tenía intenciones de «legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo».[19]​ La noche anterior al final de la campaña, la cantante e ícono del pop barbadense Rihanna respondió positivamente en Instagram al comentario de una amiga personal, Leandra Goodridge, en el que elogiaba a Mottley (quien había aparecido en las historias del sitioweb @Bajantube) como «la futura primera ministra».[20]​[21]​ El resultado fue una victoria rotunda para el Partido Laborista de Barbados, que logró imponerse en todas las circunscripciones y, en consecuencia, convertirse en la única fuerza política representada en el Parlamento.Se trató del mejor resultado histórico para el partido y la mayor victoria jamás obtenida por una formación política en comicios generales, constituyendo la primera instancia en la historia electoral moderna de Barbados en la que un solo partido logró conseguir todos los escaños.La propia Mottley fue la candidata con mejor desempeño electoral al recibir el 87,17% de los votos en St.[1]​ En contraste, el Partido Democrático Laborista registró su peor desempeño histórico y sufrió la derrota más aplastante para un gobierno en funciones desde la instauración del sufragio universal en el país.Dado que ninguno de sus candidatos resultó elegido, el DLP se vio fuera del legislativo barbandese por primera vez en toda su existencia.El propio primer ministro Freundel Stuart, que en las anteriores elecciones había retenido su escaño en St.John en 1986), y el porcentaje de votos más bajo para un gobernante en ejercicio en su propio distrito.Solo cuatro candidatos del DLP, todos los cuales eran parlamentarios en ejercicio (Christopher Peter Sinckler en St.Lucy, su bastión más antiguo ubicado en el extremo norte del país y que había representado casi sin interrupción desde 1956, con una sola derrota en 1981.Joseph, en donde el postulante independiente Randall DaCosta Rouse superó al candidato del DLP Dennis DeCourcey Holder por unos pocos cientos de votos, como única excepción).El BLP recuperó o retuvo con facilidad los escaños en los que se postularon integrantes desertores de la formación.El ex primer ministro Owen Arthur, que ejercía como independiente, no se presentó a la reelección en St.Lynette Eastmond buscó recuperar la circunscripción de la Ciudad de Bridgetown con el recientemente fundado Partido Progresista Unido y fue abrumadoramente derrotada, quedando en cuarto puesto detrás del BLP, el DLP y Soluciones para Barbados, con solo 63 votos exactos.[1]​ Por fuera de la cuestión partidaria, la elección significó la primera vez que una mujer fue elegida primera ministra de Barbados, y coexistiría con una gobernadora general (Sandra Mason) y una monarca (Isabel II) igualmente mujeres.Las cinco ejercieron como ministras en el gobierno de Mottley, el gabinete con mayor representación femenina en la historia del país.Además, se anunciaron dos secretarios parlamentarios y dos embajadores especiales que podrían asistir a las reuniones del gabinete.La doctora Sonia Browne, que también ejercía su primer mandato parlamentario, asumió como presidenta de los comités.
Mia Mottley , del BLP , se convirtió en la primera mujer barbadense en encabezar un partido importante en una elección general.
Porcentaje por circunscripción del BLP .
Porcentaje por circunscripción del DLP .
Joseph Atherley abandonó el BLP para asumir como líder de la Oposición una semana después de las elecciones.