El Partido Nazi continuó siendo la primera fuerza política de Alemania, pero perdió 34 escaños, quedando más lejos de alcanzar la mayoría absoluta; por detrás, a una distancia considerable, se situó el Partido Socialdemócrata (SPD), que también sufrió una merma de su grupo parlamentario con 12 escaños menos, mientras que en tercer lugar se situó el Partido Comunista (KPD), que aumentó tanto sus votos como sus escaños respecto a los anteriores comicios.
Schleicher declaró que si estas dos fuerzas radicales se unían, el Ejército no sería capaz de contenerlo, y se esparció el rumor de la aparición del "bolchevismo marrón", en alusión a los camisas pardas.
Como Strasser había previsto, las nuevas elecciones sólo sirvieron para hacer más débil la posición de los nazis.
Strasser concluyó que ahora ni siquiera con la ayuda del Centro católico podían obtener la mayoría en el Parlamento.
[7] El 2 de diciembre, el general Schleicher fue nombrado canciller, y aunque logró separar a Strasser de Hitler, no logró que nadie lo siguiese, fracasando su plan para obtener la mayoría parlamentaria.