La CSU ganó 10,6 puntos y 19 escaños: la mayor subida de la historia de la CSU pero no le valió para recuperar la mayoría absoluta.
Los socialdemócratas subieron 1 décima, pero curiosamente perdieron 2 escaños.
El Partido de Baviera perdió 4,7 puntos y 11 escaños.
El Bloque de los Expulsados perdió 2,1 puntos y 7 escaños.
Para estas elecciones continuó en vigor una ley electoral distinta a la cláusula del cinco por ciento, en donde un partido debía obtener el 10% de los votos en al menos un distrito electoral para obtener representación parlamentaria.