Este resultado cosechado por el Frente Nacional, un partido cercano a la extrema-derecha política, convirtió a Marine Le Pen en la figura política más prominente de Francia en ese momento,[1] así como también sirvió para levantar el miedo sobre la sombra del neo-fascismo en Europa.
[5] Esta vuelta fue definida por el mismo como motivada por “la desesperanza, la cólera y la ausencia de perspectivas” de la Francia que se estaba orquestando con la subida del FN.
[6][7] La campaña electoral de estas elecciones empezó con el Frente Nacional como el partido favorito para el electorado francés.
Muchos medios, tanto franceses como extranjeros comenzaron a enfocarse en los candidatos de dicho partido, entre estos medios, el periódico The Huffington Post elaboró un artículo con 100 candidatos del FN que tenían cuentas pendientes con la justicia o que están envueltos en polémicas de índole antisemita, racista, machista...[8] Marine Le Pen llamó a estos casos "casos aislados", mientras que su padre, Jean-Marie Le Pen los calificó como "deslizamientos estéticos", referido a que afeaban la imagen pública del FN.
[10] Después de que se conocieran los resultados de la segunda vuelta electoral en el que la coalición de Centro-Derecha encabezada por el expresidente francés Nicolás Sarkozy, este hizo unas declaraciones triunfalistas a los medios en las que repetía notablemente la palabra "jamais" ("jamás" en español) para calificar su histórico resultado.