Elecciones al Parlamento de las Islas Baleares de 1983

El panorama autonómico, a primera vista, era dominado por la Unión de Centro Democrático (UCD), que había ganado las elecciones a los Consejos Insulares de 1979 y que encabezaba el Consejo General Interinsular.Sin embargo, UCD se disolvió el año 1982, y parte de la militancia ingresó en Alianza Popular, al Partido Demócrata Popular o, como su hasta entonces líder, al recién fundado Unió Mallorquina.[1]​ No obstante, a pesar de que las Baleares cuentan con hechos diferenciales como la insularidad, una lengua y una cultura propias así como la existencia de una entidad política propia durante la Edad Media, las islas no fueron consideradas como nacionalidad histórica, circunstancia que marcó la evolución del camino hacia la autonomía.Entre los motivos cabe señalar la limitada implantación del nacionalismo, el escaso peso demográfico del archipiélago respecto al conjunto del Estado así como las diferencias entre los grupos favorables a la autonomía sobre la organización pluriinsular; en este sentido, es reseñable el denominado Estatuto de Cura de 1977, un proyecto que proponía una autonomía diferenciada para cada isla.Esta coyuntura propició que se optase por la opción del artículo 143 de la Constitución, la llamada «vía lenta», para acceder a la autonomía.Quedaba constituido así el Consejo General Interinsular, presidido por el ucedista Jeroni Albertí.Una vez constituidos estos organismos, comenzó la redacción del Estatuto; los puntos más polémicos fueron la denominación de la lengua cooficial, pues un sector minoritario rechazaba la denominación científica de «catalán», así como la composición del futuro Parlamento.[8]​ Paralelamente, ese día se celebrarían elecciones municipales en todo el Estado así como elecciones a las asambleas autonómicas en las otras dos comunidades en las que todavía no se habían constituido, es decir, aquellas que accedieron a la autonomía por la denominada «vía lenta».Esto había motivado además que los ucedistas hubieran sido los responsables de liderar el proceso autonómico.Ante esta situación, las elecciones autonómicas previstas para el mes de mayo serían una pugna en clave bipartidista entre Alianza Popular y el PSOE, pues la diferencia entre ambas formaciones era mínima.A todo ello cabe añadir que el 21 de octubre, en plena campaña electoral, se presentaba en Palma un nuevo partido, Unió Mallorquina, proyecto impulsado por antiguos militantes de UCD entre los que destacaba Albertí.[13]​ El PCIB-PCE presentó candidatos en tres islas, Mallorca, Menorca e Ibiza, mientras que Unió Mallorquina solo presentó candidatura en Mallorca pero se alió con el PDL, formación que se presentó en Ibiza y Formentera, e incluyó candidatos de dicho partido en la lista de UM en Mallorca.[17]​ Durante la legislatura se produjeron algunos cambios en los órganos internos del Parlamento, tanto en la mesa como en los grupos parlamentarios.[18]​ José María Lafuente, diputado de UM, abandonó en abril de 1986 el grupo parlamentario y pasó al grupo mixto mientras que Alonso Marí, el diputado ibicenco del PDL, hizo lo mismo dos meses más tarde.[19]​ Así, en diciembre se movió al grupo mixto donde permaneció durante el resto de la legislatura.