En estos comicios se realizaron bajo un clima de hostilidad entre el gobierno saliente y el vencedor, con acusaciones de fraude electoral y generando una crisis política que duró hasta 2011.
Esta etapa, como era de esperar, dio ganador al presidente en ejercicio Laurent Gbagbo, candidato del FPI, pero solo logró un 38% lo que le dio una mayoría relativa, obligando a extender el proceso a un balotaje contra la segunda mayoría relativa, en este caso Alassane Ouattara, candidato del RDR.
La tercera fuerza política la representó el expresidente Henri Konan Bedié, abanderado del PDCI-RDA, quien descontento con el resultado solicitó un nuevo escrutinio alegando fraude electoral y manipulación de resultados.
Sus reclamaciones no fueron atendidas y la segunda vuelta se celebró el 28 de noviembre.
Esto generó una nueva crisis política que se prolongó hacia un conflicto armado, entre las fuerzas de ambos candidatos.