Según la Constitución de Alemania, se llevan a cabo elecciones presidenciales a más tardar treinta días antes de que finalice el mandato del presidente en ejercicio, a menos que la presidencia quede vacante prematuramente.
[2] El presidente en ejercicio Frank-Walter Steinmeier resultó reelecto para un segundo periodo.
La Asamblea Federal está formada por todos los miembros del Bundestag (736 miembros) y un número igual de electores estatales, que se distribuyen en los dieciséis estados de Alemania en proporción a la población respectiva de los estados.
[8] Con ello, los partidos que apoyan a Steinmeier cuentan con mayoría absoluta en la Asamblea Federal y por tanto la reelección del presidente es visto como algo casi seguro.
Meuthen describió la nominación de Otte como "estratégicamente incorrecta e imprudente" y advirtió sobre un "estallido en detrimento del partido".