El 15 de octubre, su dimisión se hizo efectiva, asumiendo como Secretario Interino, el estadounidense Luigi R. Einaudi.
Tres candidatos postularon para ser el nuevo secretario general: Rodríguez había asumido debido a un consenso para que por primera vez este organismo fuera dirigido por un centroamericano, por lo que Francisco Flores tenía a su favor la oportunidad de mantener este consenso.
Durante toda la historia de la OEA, ningún secretario general había sido elegido sin el apoyo del país norteamericano.
Estados Unidos habría presionado a Flores para que retirara su postulación para evitar su derrota inminente.
Chile era el favorito y apostaba a contar con al menos 20 votos, dos más que los dieciocho necesarios.
Se dice que, durante el receso, el Secretario de Estado estadounidense, Roger Noriega, habría convencido a Granada para votar por Derbez.
Sin embargo, los ministros del Mercosur habrían convencido a la canciller de Paraguay para que votara por Insulza.
Panamá y Haití confirmaban así su voto para Insulza, el que ya tenía suficiente apoyo como para ganar en una votación.