La ciudad estaba al sureste del Cabo Mastusia a 40 estadios de Sigeo.
La presencia de colonos griegos se remonta a finales del siglo VII a. C. según las evidencias arqueológicas.
[9] Tenía una tumba, un templo y una cueva sagrada del héroe Protesilao.
Mientras, los peloponesios, desde Abidos se dirigieron a Eleunte, donde recuperaron sus naves apresadas.
Fue la única ciudad del Quersoneso que se unió a la Segunda Liga ateniense.
En 190 a. C., durante la guerra entre los romanos y Antíoco III, Eleo, al igual que las ciudades de Dárdano y Retio, enviaron embajadores para poner sus ciudades bajo la protección de Roma.
[22] Durante la guerra que sostuvo Constantino I el Grande contra su rival Licinio, el emperador romano entró con su flota en Eleo (323) mientras que la de Licinio se detuvo en la tumba de Áyax en la Tróade.