Sus dos libros presentan asesinos seriales y se desarrollan en su natal Valencia.
El único problema es que, al parecer, sus obras no son precisamente de ficción.
Beatriz Martínez del diario El periódico resalta la labor de Vigil, afirmando que "su mayor logro es imprimir incomodidad en cada secuencia".
[3] Javier Ocaña del diario El país también alaba al director: "Vigil logra un thriller vibrante de estupenda puesta en escena, que además se atreve con un tema apasionante en una de sus tramas colaterales".
[4] Oti Rodríguez del diario ABC opina: "Una masa argumental que combina lo policíaco, la corrupción social y sus tentáculos en un cruce de realidad y ficción muy bien trabajado en ambientes, ritmos e intrigas por el director".