El Señor Joaquín es una zarzuela compuesta por Manuel Fernández Caballero y con libreto de Julián Romea.
Este entra en escena y al encontrarlos compartiendo confidencias deduce que Manuel está enamorado de Trini.
Joaquín llama a Trini para comunicarle su descubrimiento y ambos se muestran felices ante la perspectiva de la unión.
Trini coquetea burlona: Joaquín reaparece y llama a Chisco, quien sube del sótano cargando latas.
Un guardia les hace despejar la calle y este le dice al Señor Joaquín que volverá más tarde para celebrar su santo.
Trini se ofrece a cantar una alborada que aprendió el año anterior viviendo en Orense.
Pablo Sorozábal la homenajeó mencionándola en La del manojo de rosas, cuando el protagonista, también llamado Joaquín, se nombra por vez primera.
Tal vez su olvido se deba al tono lánguído, aunque no trágico, de la obra, con un final triste y abrupto.