El sapo huevero es un personaje fabuloso creado por el autor uruguayo Constancio C. Vigil cuya presencia tiene cierta recurrencia dentro de la propia literatura vigiliana,y que a la vez ocupó un rol secundario en los cuentos del autor aunque también logró aparecer como el personaje principal de un cuento corto publicado posteriormente en formato de minilibro.
[1][2][3] Su primera aparición es en el libro "Cuentos para niños" de 1927[4] y ya como personaje secundario en los cuentos de la hormiguita viajera y Botón Tolón publicados en el mismo año, donde se lo presenta como un sapo antropomorfo que viste un delantal o mameluco azul o blanco, portando un cajón o cesta de huevos que pregona a gritos para quienes deseen comprarlos.
[5][6][4] Actualmente el término sapo huevero basado en el cuento de Vigil, ha sido incorporado al diccionario para gente curiosa Educolingo.
Generalmente los animalessuelen advertir su presencia porque el sapo grita a viva voz "-¡Huevos!¡Huevos frescos!
"[5][8] El artista Federico Ribas lo ilustró en al menos tres de las obras del autor que se editaron hasta los años 60s[1][5][6] mientras que posteriormente, Ayax Barnes y Raúl Stevano se encargaron de volver a ilustrarlo dentro de los cuentos Los Chanchín[8] y La hormiguita viajera[9] en una nueva tirada de libros infantiles de Vigil que sacó a la venta la editorial Atlántida durante los años 1970.