Programa agrario de la socialdemocracia en la primera revolución rusa (1905-1907)

Explica que el programa del I Congreso aunque reivindicó una “revisión radical de las relaciones agrarias”, no propuso ningún criterio concreto para llevarla a cabo.

[9]​ El II Congreso constató la lucha de intereses entre los campesinos y los terrateniente, pero según Lenin, cometió el error de dirigir la reforma agraria solo contra las tierras que servían para una "avasalladora explotación feudal", separando las explotadas del modo capitalista, en vez de dirigirla contra toda propiedad terrateniente, como lo hacía la lucha campesina.

[18]​ Así, tanto para Marx, como para Lenin, la nacionalización de la tierra no era en sí misma una reivindicación socialista, pues no significaba por ella sola terminar las relaciones capitalistas, sino que incluso podía acelerar el desarrollo capitalista.

[20]​ En el epílogo del libro, escrito en 1917 en plena revolución, Lenin sostuvo que en la situación creada en Rusia en ese momento, la nacionalización de la tierra no solo era la "última palabra" de la revolución democrático burguesa, sino también "un paso al socialismo".

Las tierras en las que se practica una agricultura de alto nivel técnico... no serán divididas, sino convertidas en haciendas modelo y entregadas en usufructo exclusivo al Estado o a las comunidades rurales...

El derecho al usufructo será otorgado a todos los ciudadanos del Estado ruso, sin distinción de sexo, que deseen cultivarla..."[22]​ Al aprobarse este decreto sobre la tierra algunas voces protestaban en la sala, porque mandato y decreto fueron redactados por socialistas revolucionarios, la respuesta fue: “¿Qué importa?