El juicio de Paris (Rubens, 1638-1639)

Rubens trata aquí el episodio mitológico en un formato apaisado, de tal manera que las figuras parecen formar un friso.

Sentado en el tronco de un árbol, aparece el pastor Paris, quien tiene que elegir a la diosa más bella del Olimpo, con aspecto dubitativo.

Le sostiene la manzana de oro que constituye el premio el dios Hermes, con el caduceo y el petaso.

Se muestran ante ellos las tres diosas contendientes, de izquierda a derecha: Atenea, diosa guerrera y de la sabiduría, con las armas que la caracterizan en el suelo y envuelta en un rozagante velo de seda plateada; Afrodita, la diosa del amor, en el centro, envuelta en un paño color carmesí y con su hijo Eros a los pies y un amorcillo volador que muestra cuál será el veredicto, pues se dispone a coronarla mientras dirige una mirada cómplice al espectador; y finalmente, Hera, la reina del Olimpo como esposa de Zeus, representada de espaldas, mientras se desprende del rico manto de terciopelo morado recamado en oro que la cubre, en una bella postura serpentinata y con un pavo real, su atributo, posado en la rama de un árbol cercano.

La tratada aquí, la última, fue pintada hacia 1638 –1639, cuando el artista estaba enfermo de gota.