El gran paranoico es una pintura del artista español Salvador Dalí realizada en 1936.
Él mismo escribe cómo buscaba formas en las manchas de humedad del techo, que en un principio le sugerían nubes, para más tarde ir tomando forma y crear nítidas imágenes que llegaban a volverle paranoico.
Las imágenes que componen el cuadro son confusas, arenosas e inacabadas.
Aun así, varias cabezas surgen y se mezclan entre las nubes de arena y los hombres en diferentes posiciones que se adivinan en medio de las mismas.
También es importante nombrar la influencia de Leonardo da Vinci en cuanto a la técnica que Dalí adopta.