El fin de la historia y el último hombre
[1] Inspirándose en Hegel y en alguno de sus exégetas del siglo XX, como Alexandre Kojève, afirma que el motor de la historia, que es el deseo de reconocimiento, el thimos,[2] se ha paralizado en la actualidad, debido a la disolución del bloque oriental conformado por gobiernos comunistas, acto que deja como única opción viable una democracia liberal, tanto en lo económico como en lo político.Se constituye así en el llamado pensamiento único: las ideologías ya no son necesarias y han sido sustituidas por la economía.Estados Unidos es, por así decirlo, la única realización posible del sueño marxista de una sociedad sin clases.[cita requerida] Su definición de democracia liberal se sustenta en al menos tres puntos: Según sus propias palabras "como idea, la democracia liberal es el único sistema político con algún tipo de dinamismo".Es vital una apertura internacional (globalización) que le dé competitividad al mercado interno; además, es fundamental que existan libertades políticas y se eviten los gobiernos autoritarios o represivos.