El fantasma de la ópera (película de 2004)

Durante la subasta, se encuentra con Madame Giry (Miranda Richardson), a quien conoció cuando era joven.

Madame Giry, que es una amante del ballet y madre de Meg Giry (Jennifer Ellison), les presenta a Christine Daaé (Emmy Rossum), una bailarina de ballet y una joven pero talentosa cantante.

El joven vizconde Raoul, entra al ensayo, y Christine lo reconoce como su amor de la infancia.

Durante la realización de un aria, un telón de fondo cae misteriosamente del techo y casi aplasta a Carlotta Giudicelli (Minnie Driver), solista y la soprano, que inmediatamente dimite.

Después del espectáculo, Christine va a la capilla para encender una vela por su padre, que murió cuando ella tenía seis años.

Ella piensa que su padre envió este "ángel" para ayudarla, pero en realidad es Erik, el fantasma de la Ópera (Gerard Butler), quién le enseña.

Él al principio dice que debe quedarse para siempre, porque ella ve sus deformidades, revelando sus "sueños de belleza".

Cuando Carlotta regresa, está furiosa por haber encontrado una nota diciendo que si ella canta como la condesa en Il Muto esa noche en vez de Christine, ocurrirían desgracias "más allá de su imaginación".

Esa noche, el fantasma interrumpe la representación y critica su incapacidad para seguir sus órdenes.

Carlotta sigue cantando, pero su voz falla y el papel principal se le da a Christine.

Raoul le dice a Christine que él la ama y la protegerá siempre.

Raoul sale de la habitación y Christine se acerca a Erik, el Fantasma.

Raoul intenta seguirlo pero es detenido por Madame Giry, quien le cuenta en privado la historia del pasado de Erik.

Erik, intenta hacer que Christine recapacite sobre su relación con Raoul y que vuelva con el Fantasma de la Ópera fingiendo ser el ángel de su padre, pero Raoul llega y lo detiene.

Don Juan Triunfante se lleva a cabo, y Erik, el fantasma de la Ópera, hace su entrada como Don Juan, Raoul no puede hacer nada, y ve impotente cómo Christine se enamora de Erik, una vez más.

Erik se sorprende de experimentar el amor humano real por primera vez en su vida.

Debido al gran número de canciones que tiene la película, se decidió que en España, Francia, Italia y Alemania la película fuese estrenada con las canciones y los textos doblados al idioma de dicho país.

En España el doblaje fue realizado por los mismos actores que habían protagonizado la obra de teatro en Madrid, con Juan Carlos Barona (Erik, el Fantasma de la Ópera), Julia Möller (Christine Daaé), Paco Arrojo (Raoul de Chagny), Belén Marcos (Carlotta), Yolanda Pérez (Madame Giry), Ana Esther Alborg (Meg Giry), David Muro (André) y Tony Cruz (Firmin) en los papeles principales.

Allí consiguió pericia acrobática y musical para convertirse en un genio alejado de la norma.

Erik se las arregló para escapar y hacer su camino a Francia de nuevo.

Bajo el edificio, un lago artificial había sido creado durante la construcción usando ocho bombas hidráulicas, porque existían problemas ya que el nivel del agua subterránea seguía subiendo.

Sin que nadie se diese cuenta, Erick construyó un laberinto de túneles y pasillos en los niveles más bajos.

Aun siendo un brillante inventor e ingeniero, Erik también era un genio musical, y empezó a visitar la Casa de la Ópera para escuchar óperas e interferir con el supuesto mal gusto del gerente.

Amaba a Christine una vocalista de la Ópera En esta versión cinematográfica, Erik es acogido desde muy joven por Madame Giry, quien le ayuda a esconderse de sus antiguos captores del circo donde Erik era presentado como una horrible atracción.