La película cuenta la vida y la muerte de Kaspar Hauser, un niño encontrado a comienzos del siglo XIX en Alemania.
En el día de Pentecostés, en Núremberg, aparece en la plaza mayor un joven mudo y miserable.
Se trata de Kaspar Hauser, un hombre que pasó su vida recluido en un calabozo.
Como François Truffaut para El pequeño salvaje, Herzog escogió para el papel protagonista a un actor que no era profesional, Bruno Schleinstein.
Estuvo asimismo nominada a la Palma de Oro.