Una humilde compañía de ópera se prepara para cantar L'Africaine (La africana) de Giacomo Meyerbeer.
El ruin empresario Querubini tiene como lema ahorrar al máximo y no pagar a nadie.
Este coqueteo despierta los celos del empresario y de la hija de éste que se derrite por el joven tenor.
Mediante la intervención de la autoridad todo vuelve a su estado normal, pero una segunda interrupción, la de la madre del joven tenor, que lo ha estado buscando por toda España, hace que todo se venga abajo.
Los números musicales de esta zarzuela son: Así mismo, es digno de mención su jocoso libreto, que mezcla el italiano macarrónico y el español castizo indiscriminadamente.