Inicialmente fue publicado en fragmentos en diversos periódicos durante más de veinte años.
[2] El recurso que caracteriza su escritura, como en general el estilo de Bierce, es la ironía y un sarcasmo que conduce hasta la visión del mundo al revés.
Sin duda se inspiró al respecto en la Théologie portative (1768) del Barón de Holbach.
Fue traducido por Jacques Papy, e incluye un prefacio de Jean Cocteau.
Una de las primeras traducciones al español fue hecha por el escritor y periodista argentino Rodolfo Walsh.