El cumplimiento del deseo

La casa como tránsito vertical desde el subterráneo, inframundo rojo habitado por Anselmo el mayordomo que ha raptado a Judith, la joven empleada.

La superficie terrestre transitada por Camilo, el fotógrafo adolescente perseguido político y por Nicole, seductora franca que se expone como objeto de deseo.

El altillo habitado por Don Clemente, espíritu aéreo, un poco trastornado y por lo mismo conectado con los dioses.

Manuela no desea experimentar sexo ni relaciones con otros hombres, desea sumergirse en el secreto, por ello espía a su marido y fotografía ciertas actividades clandestinas de un profesor que ha mostrado interés por ella.

Al final ella repite, sonámbula, el acto automático de tomar un cuchillo y pelar papas.