Durante su investigación son confrontados por un violento grupo de ex-soldados confederados que viven ahora como forajidos.
Por desgracia, toda esa legalidad no le ha servido de mucho en su vida, ya que está casado con una desagradable mujer, y vive inundado de hijos y casi sin dinero para comer.
Eli Wallach, auténtica estrella del cine, vuelve al spaghetti western, aunque esta vez abandona los papeles de ladrón mexicano y se nos presenta como un hombre de la ley.
Giuliano Gemma, un clásico actor del spaghetti, es el encargado de hacer que el personaje caiga simpático, y sin duda lo logra.
Además las mejores escenas de humor son para el personaje, con lo cual Milián se luce.
Algunos gags son muy buenos, y el dominio a medias del idioma hace que todo el rato se esté equivocando con juegos de palabras imposibles.