La película contó con William Hurt, Raúl Juliá y Sonia Braga en protagónicos principales.
[3] Recibió elogios generalizados de la crítica; Hurt ganó el Premio Oscar y el Premio BAFTA al Mejor Actor, y la película recibió otras tres nominaciones al Oscar, incluida la de Mejor Película (obtuvo el galardón Out of Africa).
[4] La película se centra en el diálogo entre dos personas presas muy diferentes que comparten una celda durante la dictadura militar brasileña: el prisionero político de izquierda Valentín Arregui (Raúl Juliá), y un «marica» (faggot) homosexual que se autopercibe mujer, que cumple una condena por corrupción de menores, Luis Molina (William Hurt).
A pesar de que Valentín se enfrenta a Molina por su visión superficial del cine y sus romances irreales, surge una amistad entre el soñador y el activista político.
Valentín le da a Molina un número de teléfono y un mensaje para sus compañeros.
Ya fuera de la cárcel, Molina llama al teléfono y se organiza una reunión con el grupo revolucionario.
El problema, dijo Babenco, era que Puig se negaba a vender los derechos, pero aceptó.
Babenco estaba en Los Ángeles, así que lo llamo a Leonard Schrader y se reunieron con Weisman, quien comentó: "Los tres en lo de Leonard, leyendo el guion y traduciéndolo para Héctor, hasta que al cabo de, no sé, unas muy pocas páginas, todos empezamos a reír, a reír sin parar, y en un momento ya no sabemos si nos reímos o estamos llorando.
“Y Benjamin –un señor elegante, de pelo plateado, muy vieja guardia– dice: ‘Qué interesante: yo soy el agente de Burt Lancaster, y sé que Burt lleva años buscando un papel como éste.
Dos días después, Lancaster llama por telefono a Weisman en un tono eufórico, con la novela en la mano, toda subrayada, y dice: ‘Esto es una obra maestra’.” El agente de Raúl Juliá, ya contratado como suplente de Gere, le había pasado el guion a su socio armenio, Gene Parseghian, y le había contagiado el entusiasmo de su cliente.
Una vez descartado Lancaster, sin embargo, Weisman levantó el teléfono y descubrió que la oferta de Parseghian seguía en pie.
Hurt recibió el guion en Londres, donde terminaba de filmar Gorky Park.
Hurt y Juliá cobrarían el mínimo fijado por el sindicato de actores: 1080 dólares por semana.
Al principio del proyecto, Puig se mostró en desacuerdo con la elección de los actores.
Cuando vio la película quedó muy decepcionado; pero en el estreno le pareció que podría funcionar, y así fue.
Roger Ebert del Chicago Sun-Times le dio cuatro estrellas de cuatro y comentó "Cuenta una de esas historias inusuales y fascinantes en las que parece suceder una cosa mientras lo que sucede es otra (...)".
Hurt también fue galardonado en los Premios BAFTA y en el Festival de Cannes, entre otros reconocimientos por su exigente interpretación.