El Rey de la Cantera

[1]​ Estudió en el Instituto Particular Abdón Calderón, en el cual era rector el maestro Abelardo García Arrieta, quién le comentó a la madre, según dijo Vela: “La mentalidad de este niño es una mentalidad peligrosa: o se convierte en un gran hombre para la patria o es un gran delincuente.

[1]​ Vela empezó desde muy joven con el consumo de drogas, luego de pensar que el hijo que tenía no era suyo, el cual realmente es hijo suyo, lo que lo llevó a vivir en las calles durante 7 años, cerca del Cementerio General de Guayaquil en el callejón Ximena y Piedrahíta, junto a su inseparable compañero Carrillo, un perro al que le tuvo el más grande de los afectos durante su vida.

[1]​ Pasó más de 30 años en adicciones y vicios como las drogas, el alcohol, cometiendo adulterios con prostitutas y homosexuales, etapa de su vida que nunca tuvo tapujos en contarlas, frecuentando mucho la conocida calle 18 donde prolifera la prostitución, y acostumbraba caminar desde la calle Medardo Ángel Silva hasta el centro de la ciudad de ida y regreso consumiendo base de cocaína y fumando marihuana.

[1]​ Cuando era niño Vela era hincha del Club Deportivo Everest, sin embargo por consejo de su padre quien le dijo que si habla del Everest en su carrera periodística se moriría de hambre y que en vez de eso hable de Barcelona Sporting Club, fue que Vela desde ese entonces se convirtió en hincha del Barcelona.

[1]​ En 1965 Vela trabajaba en radio Cóndor donde su padre tenía un programa radial muy popular en la época llamado El Sillón del Peluquero, en el cual siempre tenía costumbre decir "el que me tira una piedra yo le tiro la cantera", frase que Vela también uso entre sus peleas con 27 periodistas colegas de la radio, por lo que uno de ellos le dijo durante un programa radial "allí está el loco ese, el marihuanero de las piedras", a lo que Vela respondió "no, loco no, más bien el Rey de la Cantera" y desde ese entonces fue conocido con este sobrenombre.