Está salpicada de antiguas casonas completamente históricas que han sido remodeladas para la vida en el campo y el cultivo de la vid.
Su nombre alude a que fue una hacienda privada que perteneció a unos monjes de la orden dominica de Murcia.
El caserío presenta un grupo de casas y edificios adosados entre sí en la carretera MU-10-A.
[5] Su economía se basa en el cultivo de la vid, y ocasionalmente, en el turismo.
En el paraje del Realenco, en la carretera RM-A10 que sube a la pedanía de la Zarza, hay una pequeña central térmica solar.