El arte de la composición musical

El Arte de la Composición Musical (en inglés, The Craft of the Musical Composition) es un tratado de música y composición escrito por el multi-instrumentista, compositor y musicólogo alemán Paul Hindemith.

Por lo tanto, no es sorprendente que este libro siga siendo un referente esencial para el estudiante y el músico profesional.

Casi todos los teóricos y músicos han coincidido en la importancia de esta serie para justificar las bases del sistema tonal.

A esta derivación se puede llegar únicamente de forma arbitraria y no podría darnos en consecuencia, una justificación teórica para la práctica.

Hindemith piensa en esta serie como en un sistema planetario, donde la nota do, en este caso, sería el centro (la estrella, nuestro sol), rodeado por sus tonos descendentes (planetas).

[1]​ El orden, aunque guarda una estrecha relación con otras teorías de consonancia y disonancia, se establece por la fuerza generadora del intervalo en si.

Con la escala cromática como base, se puede desarrollar cualquier complejo sonoro, pero durante el siglo XX, la tonalidad recuperada y revitalizada a partir de la nueva música popular (jazz, pop, etc.), permitió que nuevos acordes sean intrusos bienvenidos en el sistema tonal.

Realmente desde el fenómeno acústico y físico, los intervalos nos determinan las fundamentales aparentes de cada complejo sonoro.

El ritmo armónico, la dinámica también serán valores decisivos, pero ya dentro de un contexto sonoro más global.

El tritono, por otro lado, es el más excéntrico, distante, y aunque indispensable, se manifiesta tan fuertemente con su propio carácter que los acordes adquieren una gran indefinición, y su carácter se vuelve dinámico hacia un objetivo.

En cada intervalo siempre hay una nota que es la base de la otra, y que de alguna manera quiere ser la nota más importante, ejerciendo su poder con respecto a la otra e intentando dominarla.

No importa si la nota que completa el "mejor" intervalo se encuentra en la misma octava o en otra.

En estas ocasiones, el poder gravitatorio del intervalo dominante es tal que permite la formación de notas "disonantes".

Porque en el Estado Fundamental, la tónica y el bajo es la misma nota, que se fortalece aún más por su posición en la parte inferior del acorde.

Entre los acordes que no tienen tritono, también hay dos de cuya interpretación depende del contexto y que, en consecuencia, no tienen tónica, sino solo una representante: la tríada aumentada y el acorde compuesto de dos cuartas superpuestas.

Tapa del libro
Serie de armónicos
La Serie 1 representa TONOS, en relación con su tono generador (do), y desde la cual se derivan sus posiciones tonales.
Sistema gravitatorio de la Serie 1
La Serie 2 consiste en INTERVALOS, sin relación con el tono generador.