Ana Frank contemplaba este árbol desde su casa, donde ella y su familia permanecieron escondidos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
La Fundación y el vecindario desarrollaron un plan alternativo para intentar salvar el árbol.
Los vecinos y simpatizantes formaron la Fundación de Apoyo al árbol de Ana Frank que llevó a cabo la construcción de un soporte y se hizo cargo del mantenimiento del árbol.
[2][3][4][5] Cayó a través de una pared del jardín y causó daños en la zona.
El árbol se estimó que tenía entre 150 y 170 años de edad, cuando fue derribado.