El segundo eran regimientos originarios del Reino Unido que eran enviados a la India para cumplir su servicio, siendo después relocalizados en otras partes del imperio o devueltos al Reino Unido.
Estas mismas tropas fueron predominantes en la rebelión debido al trato extremadamente duro que recibían por parte de los oficiales británicos.
Después de la rebelión el reclutamiento cambió de política a lo que los británicos llamaron las "razas marciales", particularmente sijes, gurkhas, pastunes, garhwalis, mohyals, punyabí musulmanes y dogras.
La principal función del Ejército Indio era vista como la defensa de la Frontera del Noroeste frente a una invasión rusa vía Afganistán, la seguridad interna, y la guerra expedicionaria en el Océano Índico.
Fue durante la Primera y Segunda Guerra Mundial cuando el Ejército Indio se demostró tremendamente útil como fuerza adjunta a los ejércitos británicos, no solo en la India, sino también en otros lugares.