Egvino de Worcester (s. VII - 717), fue un obispo y abad inglés.
Una vez investido como tal, pudo peregrinar hacia Roma, para defender su celo religioso, ya que, sus contrarios en Worcester le habían injuriado públicamente.
Sobre el asunto de su viaje, existe una leyenda, en la que se dice que Egvino se encadenó los pies con grilletes, como penitencia, y arrojo la llave respectiva al Río Avon, para posteriormente encontrarla en Roma, o como otras versiones lo dicen, en Francia, a su regreso del viaje.
[1] La leyenda afirma que la llave llegó a dichos lugares, en el vientre de un pez.
Una vez de regreso a Mercia, Egvino, con el apoyo del rey Etelredo, funda la Abadía de Evesham entre los años 702 y 709, y la dedica a la Virgen María.