Es una planta bienal, espinosa, semejante al cardo, con el tallo rígido que alcanza los 3 dm de altura.El capítulo llega hasta 8-13 cm de diámetro, sus brácteas más internas, patentes y mucho más largas que los flósculos se asemejan a lígulas blancas plateadas; los flósculos del disco varían de blanquecinos a rojizos.Principios activos: contiene abundante inulina (20%), taninos, aceite esencial (1-2%): óxido de carlina (furil-bencilacetileno), carileno.Se colocan en puertas, ventanas y chimeneas para evitar la entrada de las brujas que debido a su gran curiosidad cuentan los flósculos que componen la inflorescencia haciéndoseles de día, momento en el cual deben volver a sus refugios sin haber cometido ninguna maldad.Se colocaban en las puertas de los caseríos o encima de ellas para proteger la casa: si algún espíritu maligno pretendía entrar en la casa y encontraba una Eguzki lore (significa "flor del sol"), igual que ocurría con las brujas en Aragón, tenía que pararse para contar los numerosísimos pelos o brácteas de la inflorescencia y el día le sorprendía sin haber terminado su tarea.[6] Está última «interpretación» sería la que sirvió de base a Linneo para nombrar al género.
Eguzki lore
en la puerta de un caserío en el País Vasco.
Carlina colgada en una casa de 1903 del Pirineo catalán