Ann adoraba a Edward y actuó como su madre hasta su muerte, cuando él tenía casi cincuenta años.
Sus dibujos tuvieron buena acogida, comparándolos con los del naturalista John James Audubon.
[2] Durante el resto de su vida realizó dibujos serios aunque se hizo famoso por sus obras humorísticas.
Desde los seis años hasta su muerte sufrió epilepsia (le grand mal) así como bronquitis, asma y, en la vejez, ceguera parcial.
Si bien nunca tocó profesionalmente, interpretó las canciones de sus nonsense y los de otros en innumerables reuniones sociales, a veces agregando su propia letra y, a veces, sustituyendo las letras serias por canciones infantiles.
En 1886, el destacado crítico inglés, John Ruskin, escribiría en un artículo sobre sus 100 autores preferidos para la revista Pall Mall Magazine, que: En el mismo artículo, respecto al libro Book of Nonsense, escribe: La amistad más ferviente y dolorosa de Leard fue con Franklin Lushington.
Ninguno de sus amigos y corresponsales, que vivían lejos, pudo asistir a su funeral.