Dungeon Master es un videojuego en tiempo real, a diferencia de los tradicionales juegos por turnos que eran más comunes en 1987.
Aunque se utilizaron puntos de experiencia y niveles al estilo Dungeons & Dragons, Dungeon Master no fue el primer juego en introducir estos elementos.
Dungeons of Daggorath para el TRS-80 Color Computer los utilizó por primera vez en 1982.
Nancy Holder, la esposa del productor Wayne Holder, escribió la historia en el manual (a partir de un escenario base sugerido por Michael Newton y el equipo de FTL).
Otros juegos similares importantes incluyen a Captive y Eye of the Beholder.
Doug Bell y Andy Jaros comenzaron su desarrollo en su estudio PVC Dragon, antes de que se unan a FTL Games en 1983.
Una versión casi idéntica para Amiga fue lanzada al año siguiente, la cual fue la primera en contar con efectos de sonido en tres dimensiones.
Hasta el día de hoy Dungeon Master mantiene un pequeño pero dedicado grupo de seguidores en línea, habiendo muchas adaptaciones o relanzamientos creados por fanes que ya están disponibles o se encuentran en desarrollo.
[7] Dungeon Master recibió el Premio Especial por Logros Artísticos de Computer Gaming World cuando fue lanzado inicialmente.
[19] Kati Hamza de Zzap!64 dijo lo siguiente de la versión para Amiga: "The first-person perspective ensures an incredibly realistic atmosphere - you just can't help really getting into the feeling of walking through damp echoing caverns looking for ghosts."
He said: "The best time to play it is late at night in a room by yourself - it's guaranteed to scare the life out of you.
Reviewer Maff Evans professed to be little enthused by RPGs generally but said "I know a brilliant game when I see one and this is a brilliant game."
He praised the scares delivered by ambushing monsters and said "you'd have to be deaf, dumb and blind not to be affected by the atmosphere".
It summarized: "you'll be playing for months" and said Dungeon Master was "The best game we've ever seen".
[25] El juego fue analizado en 1988 en Dragon #136 por Hartley, Patricia, y Kirk Lesser en la columna The Role of Computers.