Creció durante el reinado de Pedro I el Grande, heredero del anterior zar.
Por el contrario los primeros doujoboris concluyeron que el clero y los rituales formales eran innecesarios, creyendo en la presencia de Dios en cada persona.
Si bien el movimiento empezó básicamente por motivos religiosos, pronto se transformó en uno social asentado en el descontento popular.
Desde sus orígenes fueron pacifistas y rechazaron la acumulación de bienes materiales, llevando una vida sencilla.
Sin embargo, la enseñanza comenzó a extenderse activamente entre los campesinos ucranianos, y luego las autoridades desterraron nuevamente los dujobory.
La fama había disgustado a Tolstói que finalmente se instaló en Yásnaya Poliana donde dirigió una escuela para hijos de campesinos.
Su novela Resurrección (1899) fue escrita para recaudar fondos para los dujobory en su huida a Canadá,[4] ayuda financiera otorgada también por cuáqueros británicos.