La zona central del poblado en mención era conocida como Tocrapata, término quechua que significa “lugar donde existe Tocra (piedra caliza de color blanco)”.
[3] En 1920 se abrió en el marco de la aparición de nuevas corrientes políticas que se manifestaban también a nivel local, así como con los cambios sociales y económicos que el desarrollo del mercado y de la nueva sociedad nacional habían introducido las protestas por abusos serviles y por la tierra se hicieron entonces más frecuentes, ideológicas e irritantes para el sector Misti, ahora convertido en un aletargado conjunto de comerciantes y terratenientes rurales, enfrentados al campesinado de una manera violenta y cargada ideológicamente.
A lo largo de estos años, las negociaciones han engendrado logros innovadores, como el Convenio Marco, suscrito entre la empresa minera, la municipalidad provincial y las organizaciones sociales de la provincia.
Por eso, los delegados de las Comisiones Indígenas como lo hicieran sus antecesores, mallkus y curacas andinos del siglo XVII, adjuntaron leyes a su favor que los protegían de los servicios personales.
El propósito era hacer ver ante el Estado benefactor y protector, que no se cumplían sus prevenciones a favor de la raza.