Se utiliza una técnica llamada companding, que comprime el rango dinámico del sonido en la grabación (mediante el énfasis) y lo expande en la reproducción.
Las grabaciones Dolby tipo B suenan aceptables cuando se reproducen en equipos que no poseen un descodificador adecuado (como por ejemplo los reproductores más baratos).
La señal de audio debe ser regulada en su nivel para que el proceso sea efectivo.
Es el resultado de aplicar el proceso Dolby tipo B dos veces en cascada, tanto en la codificación como en la descodificación.
Se pretendía que Dolby tipo S se convirtiera en el estándar en casetes comerciales pregrabados como había pasado con el tipo B en los 70, pero esto nunca llegó a suceder, ya que cuando Dolby tipo S llegó al mercado, los CD de audio ya estaban empezando a reemplazar a los casetes como el formato dominante del mercado principal de música.
Básicamente es una versión simplificada del tipo SR y usa muchas de los mismas técnicas.