El periódico alcanzó notoriedad al denunciar amplios actos de corrupción del gobierno ruso, así como violaciones a los derechos humanos.
[6][7] Murátov trabajó hasta 1992 como editor de artículos periodísticos en Komsomólskaya Pravda.
Desde sus comienzos, el diario se enfocó en investigaciones sobre corrupción, derechos humanos y abuso de poder.
De modestos comienzos, el periódico apenas contaba con dos oficinas, dos computadoras y dos impresoras, así como no tenían dinero para pagar a los primeros empleados, por lo que Mijaíl Gorbachov donó su premio monetario del Nobel de la Paz para pagar los primeros salarios y comprar computadoras.
[6][7] En 1995, alcanzó la dirección del periódico, el cual fue reconocido como uno de los pocos medios independientes y críticos aún existentes en Rusia.