Dmitri Kabalevski

Es considerado como uno de los grandes compositores modernos y una figura del nacionalismo soviético.

Excelente pedagogo —en 1932 nombrado profesor asistente de composición en el Conservatorio de Moscú, cargo titular hasta 1939—, es considerado un músico volcado a los niños.

Sus composiciones en formas musicales más ambiciosas (sinfonías, óperas) son ciertamente interesantes, pero en ellas Kabalevski se encuentra menos cómodo.

Kabalevski no era tan aventurero como sus contemporáneos en términos de armonía y prefirió un diatonismo convencional, ligado al cromatismo y la relación modal mayor-menor.

Las obras patrióticas compuestas durante los años cuarenta (La Gran Patria (1942), Los Vengadores (1942), Los Leninistas (1959), el Réquiem en memoria de aquellos que murieron en la lucha contra el fascismo (1963) y Carta al Siglo XXX (1972) no han resistido muy bien el paso del tiempo.