Evans comenzó en el espectáculo como modelo y más tarde como corista antes de convertirse en una bailarina estrella.
Otras bailarinas también hacían parodias de estrellas y mujeres notables en la historia.
Pronto Evans empezó a sentirse perturbada cuando en ocasiones la confundían con la estrella fallecida y eliminó la actuación, la cual reemplazó con una parodia de Irma La Douce.
En 1991 Evans empezó a producir galas anuales para recaudar dinero en apoyo del museo y sus contenidos.
También realizó numerosas visitas guiadas del museo en su ubicación original y recitó trozos de sus viejas actuaciones como Monroe con voz asombrosamente parecida a la de Monroe para los visitantes.