Las tensiones fueron evidentes durante las dos mayores crisis político-religiosas, la primera comenzada por los artículos de Baden en 1836, y la segunda conocida como el Kulturkampf (1873-1880).
De 1821 a 1846, los habitantes del Laufental ejercieron alguna presión sobre el gobierno bernés para que les diera mayor autonomía, creando un nuevo distrito, ya que se sentían mal representados en el distrito de Delémont, mayoritariamente francófono.
El partido mayoritario de Laufen era el de los católicos conservadores (desde 1970 Partido Demócrata Cristiano) que era insignificante a nivel cantonal, por lo que el distrito estaba poco representado a nivel cantonal.
En 1976 una comisión de distrito fue elegida para proceder a las negociaciones preliminares sobre el futuro del Laufental.
Pero tras la realización del escrutinio en 1983, la mayoría decidió quedarse en el cantón de Berna; el resultado fue invalidado por el Tribunal federal, ya que Berna había influenciado la decisión con fondos públicos (asunto de cajas negras).